El movimiento carismático, con más de quinientos millones de miembros en todo el mundo, es el movimiento religioso de más rápido crecimiento a nivel mundial. Atrevidamente llena el nombre del Espíritu Santo con adoraciones que no van de la mano con la Biblia como ladridos, saltos, risas a carcajadas, estados de trance, revelaciones sin base en la Escrituras, formas de hablar incomprensibles, profecías erráticas y sanaciones sin efecto. Para las multitudes desorientadas, estas son obras del Espíritu Santo, pero en realidad no son obra de Dios en lo absoluto.
